Muchas veces cuando catamos vinos escuchamos que los vinos saben a distintas cosas como pueden ser: frutas, hierbas, especias, lácteos, etc.
La realidad es que nosotros percibimos más bien notas aromáticas que nos recuerdan muchos de estos elementos, pueden ser las frutas como los frutos rojos: fresas, cerezas; o bien los frutos negros o la mantequilla, la pimienta, etc. Lo que nuestra nariz percibe son los aromas, pero cuando nosotros hablamos de sabores la realidad que los sabores son principalmente cuatro: dulce, salado, ácido y amargo.
Cuando catamos nosotros un vino lo que percibimos muchas veces es una combinación de estos cuatro sabores que nos recuerdan a ciertos elementos, como puede ser alguna fruta en particular, especies, etc. Por ejemplo, si tenemos algún vino blanco que tiene notas muy frutales en nariz, con buena acidez, con notas un poco dulces, podríamos llegar a recordar en boca una guayaba si se tratara de un vino Sauvignon Blanc, aunque la realidad es que cuando nosotros quitamos el olfato de la combinación entonces solamente nos vamos a enfocar en la percepción que nos deja lo dulce, salado, acido y amargo.
En el caso de un vino tinto es la misma situación, tenemos muchas veces recuerdos hacia una parte ahumada, especiada, frutal, que muchas veces nos pueden recordar algunas características como podría ser un corte de carne en el asador, alguna pizza, pasta, etc. Pero la realidad es que el vino se va a mantener dentro de sus cuatro sabores principales que vimos anteriormente.
Un último ejemplo lo quisiera poner con los vinos de postre. Muchos de los vinos de postre, a diferencia de los demás, lo que tienen es una alta concentración de azúcar entonces al tener más azúcar que los demás y contar también con notas aromáticas muy agradables es muy fácil que recordemos en estos vinos notas hacia chocolate o ate, que son elementos dulces muy agradables en boca, pero finalmente como mencionábamos anteriormente el vino de postre cuenta solamente con los mismos 4 sabores.
Por último, aclarar que ninguno de los vinos están hechos o adicionados con frutas o con estas especies que nos recuerdan. Por ejemplo, un vino espumoso es muy común que nosotros tengamos notas hacia levadura o hacia panadería, pero tengan la certeza de qué ningún vino espumoso tiene pan dentro de su proceso de producción, entonces esto es como les digo por una combinación que generan los aromas y sabores del vino, pero ningún vino es alterado con elementos externos adicionales a la uva y a su proceso de fabricación.
En resumen, cuando estemos nosotros cantando un vino enfoquémonos en identificar si el vino es dulce, salado, ácido o amargo, y si esta combinación de sabores encuentras bien balanceada en nuestra boca. Si ninguno de estos sabores resalta o nos molesta entonces quiere decir que el vino se encuentra en condiciones buenas y por ende nada más tenemos que disfrutarlo
Salud!!
