El día de hoy les quiero platicar sobre un tema que muchas veces genera confusión y tiene que ver con el tamaño de las botellas de vino y como esto puede o no afectar o ayudar a la evolución de un vino.
Antes que nada, quiero recordarles los tamaños de botellas de vino que existen, así como sus nombres, para darles una referencia general.
Benjamín - 187 ml
Tres Octavos o media - 375 ml
Tres Cuartos o standard - 750 ml
Magnum – 1.5 litros
Jéroboam – 3 litros
Réhoboam – 4.5 litros
Matusalem – 6 litros
Salmanazar – 9 litros
Balthazar - -12 litros
Nabucodonosor – 15 litros
Salomón – 18 litros
Souverain - 26.25 litros
Primat – 27 litros
Melchizédec – 30 litros
Recordando un poco temas que hemos platicado anteriormente, el principal factor que genera la evolución de un vino tiene que ver con el oxígeno, así como cualquier fruta que se madura, lo mismo pasa con el vino.
En el caso del vino, la micro oxigenación que se genera en el mismo, tiene que ver con la cantidad de oxigeno que hay en la botella, así como el oxígeno que llega a pasar a través del corcho, y lo que es un hecho es que entre mayor cantidad de líquido hay en una botella se genera una menor oxigenación en la botella, o lo que es lo mismo entre más grande es la botella, hay menos oxígeno y el vino se conserva mejor.
En temas comerciales lo más común es que encuentren botellas de 750 ml y 1.5 litros. Generalmente la botella Magnum cuesta un poco más del doble de una botella de tamaño estándar y es precisamente porque la conservación del vino en la botella magnum es mejor que en la botella de tamaño estándar.
Si pueden compren sus botellas magnum, que además son ideales para compartir en eventos y con amigos, ya que finalmente el mejor vino es el que se comparte.
Salud