
Amigos del Tiempo
Dicen que las cosas buenas llevan tiempo, y no hay mejor ejemplo que un buen vino. Desde la viña hasta la bodega, cada botella es una obra maestra creada con paciencia y dedicación. Del mismo modo, los buenos amigos se valoran y preservan a lo largo del tiempo. Son esas personas especiales que, con cada año que pasa, se vuelven más valiosas y queridas. Con ellos compartimos risas, momentos inolvidables y, por supuesto, una copa de vino. Es con este mismo espíritu que Raúl Pérez, uno de los enólogos más destacados del vino español contemporáneo, ha creado su proyecto en las altas colinas de las montañas de Gredos, en Ávila, bajo el nombre Amigos del Tiempo. Una iniciativa que busca mostrar el brillo, la frescura y la profundidad de la garnacha centenaria y que da como resultado pequeñas producciones que perduran en el tiempo.
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