El día de hoy vamos a platicar de los vinos rosados, que si bien en México no son los más populares, son vinos que cada vez están tomando mayor auge a nivel mundial y existen muchas opciones nuevas tanto de vinos importados como de vinos nacionales.
En esta temporada de calor los vinos rosados son muy buenas opciones porque por un lado se toman fríos (8 a 10 grados) y por el otro lado al ser vinos que tienen uvas tintas involucradas en su proceso sus opciones de maridaje con mucho más amplias y se adaptan muy bien a platillos de comida mexicana como podrían ser los chiles en nogada, tacos al pastos o bien cochinita pibil, definitivamente vale la pena que hagan el ejercicio de maridaje con estos vinos y la comida mexicana.
La primera duda que siempre se genera es el cómo se hacen los vinos rosados, y sobre este tema les comento que existen tres formar principales de producción de los vinos rosados. Independientemente del método de fabricación tenemos que aclarar que el color se deriva de las pieles de las uvas tintas, digamos que son las pieles de las uvas las que “pintan” el vino. Los principales métodos de fabricación son:
Maceración: la maceración consiste en el tiempo que pasa el jugo de la uva en contacto con sus pieles una vez que son prensados. Entre más tiempo pasa el jugo con las pieles mayor color va a tomar el vino. Normalmente los vinos rosados solamente pasan unas horas en maceración (10-14 horas) y los vinos tintos pueden pasar hasta semanas. Dependiendo del tiempo que pasa el jugo con las pieles es el tono del vino rosado que puede ir desde colores muy pálidos, como el color salmón hasta colores mucho más intensos como el de una fresa. Después de la maceración el jugo se separa de las pieles y se pasa a tanques de fermentación para seguir con su proceso de elaboración. Este método es el mas utilizado a nivel mundial.
Sangrado: este método también se ocupa de forma regular y en lo que consiste es que cuando un vino tinto esta en los tanques de fermentación, a pocas horas de que empezó, se hace una extracción de vino de la parte baja del tanque de fermentación y ese vino que se extrae tiene una tonalidad rosada precisamente. Después de la extracción ya se pasa a otro tanque para que siga su proceso por separado del vino tinto “madre”.
Mezcla: este tipo de vinos se derivan, como su nombre lo dice, de mezclar vino tinto con vino blanco para poder obtener un vino rosado. Normalmente se usa muy poco vino tinto para ir dando color y suavidad en boca, pero esto se puede ir ajustando poco a poco hasta que se obtenga el color y textura que busque el enólogo.
Los invito a que se animen a probar vinos rosados de distintos métodos de fabricación para que los puedan comparar y si pueden háganlo con comida mexicana.
Salud!!